lunes, 26 de marzo de 2012

Cronica: Milsim Aniversario Bunker 307

Los Dynamite Dukes asistimos el fin de semana a la partida Milsim de aniversario que organizaban los integrantes de Bunker 307. Esta nos ofrecía la posibilidad de participar como fuerzas de pacificación de la FDE en un país controlado por las fuerzas revolucionarias Gabaldianas que serian las encargadas de no dejarnos dormir las casi 20 horas de partida.

22:30

Llegamos a la zona de inserción y tras equiparnos y camuflarnos con pintura de combate esperamos en el camino pertrechados a nuestro transporte. El todo terreno de la FDE bajo por el camino lleno de agujeros y desniveles traqueteando para recogernos. Cargamos el equipo y nos llevo surcando la noche a trompicones por los escarpados caminos Gabaldianos.

Al llegar a la base Gran Santo el oficial al mando Omega salio a darnos la bienvenida. Nos explico nuestro cometido y nos entrego la documentación que nos acreditaba como fuerzas de la FDE sobre el terreno junto con las claves de codificación de transmisiones. Nos hizo una foto para reconocer nuestros cadáveres y tras el control de armas de la FDE quedamos a la espera del resto del destacamento que nos debía acompañar al destacamento Troya al que estábamos asignados.



24:00

Conocimos a Harlock y Padrino, Caballo4, nuestros francotiradores asignados para el puesto Troya y con ellos reconociendo partimos a recorrer el peligroso camino que separa la base Gran Santo del puesto Troya. Tras un rato caminando cuando pensamos que estamos cerca de la base vemos linternas que enfocan los caminos, deben ser los centinelas del puesto pero aun así llamamos a la base Gran Santo para que estén alerta de nuestra llegada.

Nos ciegan con las luces de las linternas como ciervos pero nuestro Team Leader se acerca a entregar su documentación y tras comprobar que somos fuerzas amigas el teniente Acubens nos acoge en su base con los brazos abiertos, somos los primeros efectivos en llegar a Troya ademas de su escuadra. Mientras se nos asigna una misión perimetramos la base que ahora se encuentra defendida por un contingente suficiente para repeler a los Gabaldianos.

2:00

Colaboramos en las tareas de hacer controles de seguridad al resto de efectivos que van llegando en el frió de la noche y recibimos con los brazos abiertos al oficial de comunicaciones que tenia que llegar entre ellos desde Gran Santo para partir a montar una antena de comunicaciones vital para asegurar las transmisiones entre nuestras dos bases.

Somos los encargados de esta misión de escolta, recogemos nuestros pertrechos y partimos con el oficial de comunicaciones camino de la ubicación final de la antena en una loma lejana. Marchamos por el camino con unas indicaciones especiales del mando, no dejarse ver por vehículos que puedan contener tropas enemigas.

4:00

El camino va transcurriendo sin contacto enemigo hasta que nuestros francotiradores avanzados nos avisan de que se acerca un vehículo enemigo. Nos adentramos 15 metros en la maleza que bordea el camino que es todo lo que nos da tiempo antes de que las luces del vehículo nos iluminen tumbados con el camuflaje sobre la hierba.

"Los dejamos pasar y continuamos" son las indicaciones de nuestro jefe de escuadra Barricade.

Pero el coche se detiene justo delante de nosotros en el camino con las luces encendidas. ¿Nos han visto?.

Pronto empieza a descender de él un contingente de tropas enemigas, una patrulla de 5. Escuchamos como los Gabaldianos van a esperar a otro contingente antes de ir a montar su base, no nos han visto. El coche se interna en la maleza del camino para dar la vuelta y se queda a pocos metros de nosotros antes de proseguir su camino.

Los Gabaldianos comentan sobre la misión que les trae a las montañas y su equipo, inteligencia que enviaremos al mando en cuanto podamos salir de ahí  si es que salimos. Nos damos cuenta que uno de los nuestros se ha quedado al otro lado del camino y por radio nos comunica que se ha quedado a escasos metros del grupo Gabaldiano.

Se nos plantea un dilema capturamos al grupo entero ya que tenemos superioridad numérica y los cogeríamos desprevenidos o proseguimos en nuestra misión a la antena sin ser vistos. Decidimos esperar sin disparar hasta que las cosas se pongan feas, no hay que comprometer la misión que es lo mas importante.

Vuelve el todo terreno con mas fuerzas enemigas y algunos haces de linterna nos sobrevuelan cercanos por encima de los bonnies de camuflaje. Empezamos a temblar un poco por la humedad y el frío del suelo.

Por fin los Gabaldianos se marchan y apretamos la marcha para recuperar el calor hasta la loma de la antena. Allí bajo la luz de la luna y el brillo etéreo de las luces de los molinos de viento completamos nuestra misión y volvemos a la base Troya sin más contacto.

5:30

Volvemos a nuestros puestos de defensa y montamos un turno rotativo de guardias, dos de nuestros hombres se marchan a dormir un par de horas mientras a los demás se nos asigna la vigilancia del bosque espeso que linda el puesto Troya.

Separados y en silencio escuchamos con nuestras armas a mano los sonidos del bosque en busca de sonidos que delaten presencia Gabaldiana. Pero los Gabaldianos son sigilosos y cuando queremos detectar a dos que se han introducido en nuestro campamento han eliminado a medio contingente. Herimos a uno y su compañero sale corriendo escapando entre nuestras balas. Capturamos al herido, lo enviaremos al amanecer a Gran Santo con el primer contingente de tropas que nos llegue.  Pero el Gabaldiano huido no esta dispuesto a dejar allí a su compañero y haciéndose pasar por civil se acerca andando sin armas visibles al puesto Troya.

Le ordenamos detenerse, pasamos a indicarlo de manera hostil ya que no nos hace caso y saca una pistola y trata de acribillar al oficial del control de seguridad. que se lanza tras un parapeto tras efectuar unos disparos mientras otro de los nuestros abate al rebelde con su M4. Milagrosamente vivo el oficial del control se acerca al rebelde y conseguimos apresarlo vivo.

Aprovechando que nuestros compañeros se han despertado con el tiroteo cambiamos la guardia y intentamos dormir un par de horas durante las que todo esta en calma.

7:30

Nos levantamos bajo el sol de la mañana y comemos algo para recuperar fuerzas, Acubens se nos acerca y nos encarga que patrullemos el camino hasta la loma cercana ya que se ha perdido contacto con Caballo 4 la patrulla de francotiradores que estaba por la zona.

Procedemos con seguridad poco a poco y al llegar arriba de la cuesta que hay delante del norte de la base Troya nos reciben Gabaldianos con disparos. Nuestro sanitario cae herido y intenta extraerse la bala con ayuda de nuestro compañero Fidelio mientras devolvemos el fuego enemigo. Otro de los nuestros es impactado y se arrastra a cubierto a pocos metros. Desde Troya se nos ordena aguantar y envían a la escuadra Caballo2 a flanquear al enemigo mientras los tenemos entretenidos.

Mientras nuestro sanitario Morgoth ya recuperado atiende de primeros auxilios la extremidad de nuestro compañero Cegaton. Con todos de nuevo en activo escuchamos el fuego de Caballo2 sobre la posición enemiga por su flanco y al tener al enemigo distraído cargamos por el frente rematando a los restantes. Avanzamos a la posición desde donde disparaban y vemos a los dos francotiradores de Caballo4 que habían sido cogidos prisioneros y preparados para el traslado. Desde el suelo un herido Gabaldiano que creiamos muerto nos dispara con su pistola hiriendo a dos de los nuestros de gravedad antes de morir bajo nuestro fuego. Trasladamos a los heridos a la base Troya con la ayuda de Caballo4 que nos agradece que lo hayamos librado de horas de sesiones de tortura Gabaldiana.

11:00

El día va transcurriendo sin novedad para nuestra escuadra encargada de la defensa del puesto Troya que es un ir y venir de escuadras que cruzan por nuestro puesto desde Gran Santo camino de la nueva base que instalan a 2 kilómetros de nuestra posición Oceano. Nos ponemos cómodos y dejamos los pesados chalecos de incursión y patrullamos la base ligeros de equipamiento descansando por lo que pueda suceder más tarde.


Una comunicación con malas noticias llega desde Gran Santo, un suicida a conseguido colarse en la base sin ser cacheado y ha volado con explosivos el puesto de mando matando al oficial en jefe de Gran Santo. Se envía un vehículo de emergencia a recoger al teniente Acubens que desde ese momento pasa a hacerse cargo de la operación y de la base de Gran Santo.

12:30

Nos avisan de que nuestro relevo en la defensa perimetral de Troya esta en camino mientras recibimos la visita de un civil que dice ser de la FDE pero no tiene acreditación ninguna. Nos explica que iba junto con su compañero que es artificiero y que han localizado un campamento enemigo pero no tienen efectivos para neutralizarlo y piden refuerzos a Troya. Lo esposamos y desarmamos como indica el protocolo y esperamos que Gran Santo lo identifique positivamente como uno de los nuestros a pesar de no tener la acreditación. Finalmente todo queda en un malentendido y si se trata de una fuerza de la FDE.

Por fin llega nuestro relevo y, tras pedir permiso al nuevo oficial al mando Nervio, marchamos en una misión de patrulla y reconocimiento en busca del artificiero junto con su compañero. Llegamos al punto de encuentro y tras hacer las señales convenidas lo encontramos en el bosque al oeste de la nueva base Océano. Nos indica que no ha conseguido localizar el campamento que debe estar muy bien escondido pero que hay gran presencia de Gabaldianos por la zona. Como somos incapaces de localizar el campamento pero tenemos ahora un artificiero le comunicamos que queremos que nos acompañe a destruir un campamento que había localizado Caballo2 en una de sus patrullas cerca del puesto Troya.

Pero no tenemos oportunidad de poner en practica nuestros planes ya que detectamos acercarse una patrulla enemiga. Nos escondemos y esperamos a tenerlos muy cerca para salir  de nuestro escondite  junto a los artificieros con las armas preparadas. Los Gabaldianos se quedan congelados y se vive un momento tenso donde todos calculamos las fuerzas del enemigo. Al ver que los superamos y que les apuntamos con un lanza granadas deciden entregarse y sin dejar en ningún momento de vigilarles los atamos y desarmamos a los cinco por orden de proximidad.

14:30

Llegamos a la base Troya y entregamos a los prisioneros a los oficiales al mando que nos recompensan con nuestras raciones militares del día. Les ayudamos a cachear a los prisioneros e interceptamos las coordenadas GPS de sus campamentos que llevan encima junto a los mapas.

No tenemos comunicación con Gran Santo y nuestros oficiales piensan que ha podido caer en manos enemigas, empezamos a evaluar la alternativa de enviar una misión de reconocimiento para ver si todavía sigue la base en activo.

Comemos y recuperamos fuerzas en previsión de tener que partir a Gran Santo a evaluar su estado pero mientras esperamos el oficial en mando Acubens vuelve a Troya en un vehículo preocupado por nuestra falta de comunicaciones, Gran Santo sigue activa pero parece que hay interferencias entre ambas bases.


16:30

Gran Santo necesita urgentemente la llegada de un cargamento de minerales procedente de Océano que había llegado hasta Troya pero nunca a Gran Santo por eso vinieron a ver si habíamos caído. Al aclarar la situación se nos encarga la misión de llevar el cargamento, una cajón  pesado lleno de minerales, a Gran Santo.

Debido a la escasez de efectivos de Troya solo nuestra escuadra escolta el cajón lo que nos deja con tres hombres efectivos ya que dos deben acarrearlo. A 500 metros de la base Troya recibimos los primeros disparos Gabaldianos de bienvenida, nuestro hombre en punta cae herido y es rematado sobre la carretera.

Paramos la marcha y evaluamos nuestras posibilidades, aunque eliminemos al tirador que nos acecha todavía nos queda 1 kilómetro de sorpresas Gabaldianas sobre la carretera ahora que saben que marchamos con los suministros por ella. Cogemos aire y bajamos con el pesado cajón por la ladera de la montaña paralelos a la carretera pero ocultos de los Gabaldianos. El avance es difícil, el cajón es pesado y se engancha con todo, pero proseguimos despacio metro a metro hacia delante mientras intentamos comunicar con Gran Santo para que envíen efectivos.

Sobre la carretera se escuchan peleas, tiros y gritos pidiendo sanitario ajenos a nuestro transporte. Llegamos a la mitad de nuestro trayecto y escuchamos a Gran Santo pero no podemos comunicarnos con ellos, sabemos que nos buscan y eso nos empuja a salir a su encuentro. Al fin llegamos a un punto del sendero donde es imposible seguir avanzando, estamos a 500 metros de Gran Santo, así que volvemos a la carretera para realizar el tramo final y, con suerte, encontrar de camino las escuadras de Gran Santo que nos buscan.

Caemos en otra emboscada y nuestro sanitario que cierra la formación cae herido pero nos indica que sigamos desde el suelo y se queda con otro compañero curándose la herida que pinta bastante grave. Seguimos con la caja, cansados, acechados por los enemigos Gabaldianos y con tanta presión no vemos una mina en el camino que acaba con nuestra escuadra haciendo saltar por los aires el cajón de minerales, sus portadores y el hombre en punta que los escoltaba.

Nuestro sanitario llega cojeando junto al compañero en el que se apoya solo para observar los restos calcinados de nuestra escuadra en el camino.

19:00

Desmoralizados emprenden de vuelta el camino a Troya donde los licencian del servicio por el trauma psicológico de ver a sus compañeros caer en situación tan dramática por explosivos enemigos.